Mi labor como mentora ha sido, sin duda, una de las actividades más gratificantes y enriquecadoras realizadas en el MPAA.
He colaborado en la Unidad docente de Carmen Martínez Arroyo y Rodrigo Pemjean, con la que espero seguir colaborando en este segundo cuatrimestre, comenzaron guiando mis pasos como alumna hace ya unos años y han continuado guiando mis pasos en esta nueva etapa.
La Unidad Docente formada por Carmen Martínez Arroyo, Rodrigo Pemjean y Miguel Kreisler (aumentará este cuatrimestre con la incorporación de Jesús Ulargui) tiene asignada la docencia de Proyectos 0 y Proyectos 1. Mi colaboración se ha centrado principalmente en Proyectos 0, que se concibe como un taller experimental, como una asignatura optativa en la que los alumnos se enfrentan por primera vez al análisis del proyecto a través de ocho obras, a través de cuatro grandes maestros de la arquitectura y cuatro importantes arquitectos contemporáneos:
1. Casa Farnsworth . Mies Van der Rohe
2. Villa Stein . Le Corbusier
3. Biblioteca de Viipuri . Alvar Aalto
4. Casa Jacobs . Frank Lloyd Wright
5. Aeropuerto de Stansted . Norman Foster
6. Casa de la Música de Oporto . Rem Koolhaas
7. Casa de piedra en Tavole . Herzog & de Meuron
8. Museo Kanazawa . SANAA
El objetivo del curso era que los alumnos se aproximaran al entendimiento de los diferentes proyectos a través de las herramientas fundamentales en el proceso de proyecto: el dibujo, la maqueta, la fotografía y el texto; Analizando cada uno de estas obras se han dado cuenta de la importancia del adecuado uso de estas herramientas, estableciendo así una base de gran utilidad para el siguiente nivel (Proyectos 1) en el que tendrán que ser ellos los que comiencen a proyectar.
Mi labor, además de participar en las tareas de organización y preparación de las clases impartidas, se ha centrado en ayudar a los alumnos en este proceso de lectura y entendimiento, guiándolos desde la experiencia en el uso del dibujo, la maqueta y la fotografía.
Un día a la semana, la clase era teórica y los otros dos días corrección de los trabajos personales de los alumnos. Yo me preparé tres de las clases teóricas: una clase de dibujo, una clase de fotografía y una tercera de Le Corbusier.
Mi labor ha seguido un desarrollo paralelo al de los alumnos, en Septiembre llegamos con la ilusión y el miedo que supone explorar un mundo desconocido; avanzando con desconfianza durante las primeras semanas, adquiriendo seguridad con el avance del curso hasta llegar a Diciembre, el último mes del curso en el que hay que demostrar lo aprendido, los alumnos tienen que demostrar que han aprendido a analizar y entender un proyecto; y yo tenía que demostrar, a través de los resultados obtenidos por los alumnos, que había sido capaz de transmitirles la ayuda necesaria para ese entendimiento. El resultado realmente satisfactorio, todos colaboramos para que así fuese. El último día, el día de la entrega, los alumnos nerviosos porque les falta rotular algún plano o pegar alguna pieza de la maqueta que se había caído por el camino… la clase impresionaba, en las mesas se exponían las maquetas, los dibujos y las fotografías que los alumnos había realizado durante el curso, la evolución de los trabajos era evidente; Se que aún queda mucho por aprender, es más, creo que lo que realmente enriquece la labor docente es el aprendizaje diario y por ello espero con ilusión el nuevo cuatrimestre.