Mentores: Alberto García + Marcos Cortés
ANTECEDENTES.
Para el desarrollo del cuatrimestre se propusieron dos ejercicios de vivienda en un lugar a las afueras de Madrid, cerca de El Pardo. En una parcela de dimensiones inabarcables, se planteó:
1.- Un estudio del sitio a través de la elección de tres parámetros tan científicos y objetivos como fuera posible.
2.- La ordenación en el lugar de 40 viviendas unifamiliares y el desarrollo del proyecto básico de una de ellas.
3.- El proyecto de vivienda colectiva en bloque.
DESARROLLO.
Se realizó una visita a la parcela en cuestión con todos los alumnos donde pudieron entrar en contacto con el lugar. Se organizaron en grupos de tres para elegir y analizar unos parámetros propios del lugar como el soleamiento, el estudio de la topografía, el estudio y clasificación de la vegetación presente en el lugar, las posibles entradas a la parcela, los caminos… El objetivo de este primer ejercicio trataba de enfrentar al alumno al estudio y el análisis del lugar y el entorno necesario para comenzar el desarrollo de un proyecto. Dichos parámetro servirían de apoyo al alumno para enfrentarse y comenzar a proyectar.
Posteriormente se procedió a la organización de 40 viviendas unifamiliares en el lugar. El alumno intentó abordar este problema mediante la elección de una serie de “normas de juego” que le permitiera establecer un orden y una lógica entre las viviendas dispuestas en el lugar.
La vivienda consistía en el desarrollo de una casa patio con salón, comedor, cocina, garaje, tres habitaciones y dos baños (uno de ellos integrado en la habitación principal). A parte del objetivo de que el alumno propusiera una manera de vivir una casa los esfuerzos se centraron en el buen desarrollo de la vivienda en su aspecto más objetivo: escala, proporciones, medidas, recorridos, orientación, organización, distribución y relación de las estancias…
Por último se procedió a proyectar un bloque de vivienda colectiva dentro de la organización general propuesta anteriormente. Un total de 40 viviendas habían de ser organizadas en un bloque prestando, como el ejercicio anterior, especial atención a las cuestiones objetivas descritas anteriormente así como a la iluminación, ventilación, relación entre las viviendas, la densidad del bloque, vistas…
REFLEXIONES.
El proyecto de vivienda resulta una temática adecuada tanto por su programa reducido y la familiaridad de los alumnos con el mismo. Un proyecto de una escala asumible por parte de un alumno que se enfrenta por primera vez al desarrollo de un proyecto de arquitectura.
Sin embargo, la elección del lugar supuso un gran reto para los alumnos que se veían desbordados por su tamaño. El desarrollo de unas viviendas que no suponían ni el 5% del área total de la parcela planteaban preguntas tan obvias para la arquitectura como por qué y dónde se situaban las viviendas dentro del lugar y cómo organizarlas; unas preguntas, por otro lado, imposibles de responder por parte de un alumno que no posee, aún, las herramientas necesarias para el desarrollo de un discurso arquitectónico.
El proyecto de vivienda se terminó centrando en la buena resolución de la misma. Las proporciones de las diferentes estancias parecía ser un tema desconocido, a la vez que preocupante, para los alumnos (en general) que proyectaban espacios de vestíbulo tan grandes como aquellos de salón o comedor; los recorridos interiores que situaban, a veces, a las habitaciones más cerca de la entrada que la zona de cocina y servicios; los proyectos se centraban casi exclusivamente en un trabajo en planta donde las secciones se percibían como “documento más de la entrega” y no como una indagación en el desarrollo espacial de la vivienda; las medidas dentro de la vivienda (muebles, habitaciones…) hacían imposible vivirlas… Empezaban a surgir temas arquitectónicos que los alumnos no parecían controlar.
Lejos de ser un inconveniente, la situación anteriormente presentada bien merece una reflexión sobre cómo enseñar arquitectura más allá de establecer dogmas dentro de la misma. Cómo establecer un discurso que el alumno sea capaz de entender sabiendo que éste no posee aún un bagaje arquitectónico como para entender ciertos conceptos. A este problema, se suma la baja cultura arquitectónica que poseen. Ello imposibilita la correcta lectura de la arquitectura a la hora de indicar al alumno alguna referencia que le permita seguir adelante en el desarrollo de su proyecto.