Proyectos 2. Semestre otoño curso 2016 – 2017
Profesor: Gines Garrido
Jose Ignacio Lee. Mpaa-8
El proceso proyectual se presenta al estudiante como un problema poco definido sobre el que debe trabajar en compañía del profesor. El curso de proyectos 2 bajo la dirección de Gines Garrido permitió comprender tres momentos esenciales de aprendizaje durante el taller de otoño.
BÚSQUEDA DE INFORMACIÓN SIGNIFICATIVA
Consistió en la identificación, selección y recolección de datos, con la intensión de crear relaciones y comprender el problema de diseño.
La búsqueda no pretendía ser exhaustiva ni objetiva, sino alentar la personalidad del estudiante para que construyera su visión sobre el problema proyectual. Al buscar y seleccionar los datos, el alumno se percató que era capaz de relacionar algunos de ellos con mayor facilidad que otros. De esta manera estableció vínculos entre la información recopilada desde lo que él consideraba interesante y le sugería un posible planteamiento del proyecto.
Esta primera etapa enfatizó en cómo utilizar los datos que constituyen la “realidad” del proyecto. La clave para el desarrollo de la tarea fue entender el valor y la riqueza inmersa en los requerimientos y las limitaciones del proyecto. En grupos de cinco estudiantes se analizó las condiciones del sitio y el programa, para desenredar los aspectos esenciales de lo triviales. Luego cada estudiante empezó a definir el problema de diseño bajo ciertos propósitos individuales y con ello se logró transformar la información en intención del proyecto.
A pesar de que el tipo de información podría dividirse en datos de lugar, de función y tecnologías, el taller de Garrido enfatizó en el análisis de las condiciones contextuales del proyecto.
INTENCIONALIDAD
La segunda fase esencial del taller de Garrido consistió en la exposición clara y precisa de la intención o idea general de cada estudiante. Para el profesor era fundamental que esta intención estuviera definida, ya que así el estudiante tomaba conciencia del propósito del proyecto y podía desarrollar la etapa de formalización con mayor precisión y en menos tiempo.
Durante varias clases los estudiantes presentaron sus ideas mediante imágenes, croquis, textos, maquetas, collage, etc. La idea era comprender que los atributos que identifican la propuesta de diseño, se encuentran en la intencionalidad y no en la forma del proyecto. El alumno debía explicar su intención utilizando recursos que indicaran una posible formalización para visualizar la imagen germinal en lugar de la forma acabada y definitiva del edificio.
La fase de intencionalidad del taller la entendí como un proceso basado en establecer conexiones entre la información obtenida de las condiciones del proyecto. Fue un trabajo conceptual que buscaba desligar al estudiante de su obsesión por empezar a diseñar formas prestablecidas. Se pretendía con ello construir una intención de diseño que sirviera como dirección, propósito y dispositivo de control del proceso proyectual. La intención se presentó como motor que impulsaría etapa de la formalización.
Durante varias revisiones de taller se insistió en que el edificio no es una traducción literal de la intención. Los estudiantes trabajaron sobre las ideas que conformaban su intención de diseño, para intentar concebir sus proyectos sin mostrar literalmente la imagen de sus ideas.
FORMALIZACIÓN
La etapa de formalización fue una revisión crítica de los resultados formales y de la materialización de las ideas planteada en la fase anterior. Cada estudiante debía encontrar la mejor solución formal posible para su proyecto, mediante el estudio de alternativas encontradas en obras de arquitectos reconocidos. Esto produjo una reflexión en el taller sobre la posibilidad que tiene una intención de diseño para ser materializada en diversos objetos, todos potencialmente válidos.
Durante las últimas semanas del curso el estudiante empezó a entender la forma de su proyecto como una incorporación progresiva de los rasgos formales que se originaron en la idea inicial. Comprendió que la formalización del edificio no era necesariamente la idea que había surgido de su compresión de los datos del proyecto, sino que las ideas son portadoras de un abanico más amplio de posibilidades de formalización. Creo que esta fue la intención pedagógica del profesor al utilizar los modelos de obras de otros arquitectos como base del proceso de formalización.
NOTA SOBRE LA DINÁMICA EN EL AULA
La tarea de enseñar proyectos implica estimular y conducir al estudiante para que sea consciente del desarrollo de su pensamiento proyectual. Para conocer qué piensa y por qué piensa así el taller trabajó la expresión oral, visual y escrita.
La comunicación oral se realizó de manera informal entre todo el grupo durante la clase, pero de forma rigurosa en el momento de la crítica al proyecto individual. En cuanto a lo visual y gráfico se puntualizó que no se debía tratar de sustituir lo que no estaba claro en el dibujo mediante discursos justificativos. El profesor Garrido dejó muy claro durante el curso la importancia del dibujo y la representación gráfica de la propuesta. No aceptaba fácilmente ningún “garabato” incomprensible ni trataba de interpretar las ideas que el estudiante no era capaz de dibujar.
Finalmente, mediante textos que acompañaban las propuestas se ayudó a formular las ideas. El diagrama y los esquemas conceptuales como herramientas que están entre el dibujo y el texto, se utilizaron para fomentar el hábito de pensar y escribir lo que se piensa.
Proyecto de Manuela Sancho