Gestión ambiental del Aula vs. Programa docente
¿Qué acontecimientos son determinantes para el aprendizaje en el taller de proyectos?
Este ejercicio es una aproximación al taller de proyectos y a los acontecimientos pedagógicos que suceden en el aula. Es el resultado de un registro de desencadenantes del aprendizaje observados a lo largo de un curso académico en el “Aula PFC-Unidad Herreros” de la ETSAM. El foco de esta observación se centra sobre los hechos pedagógicos derivados de la gestión espacial, estableciendo cuales son los mecanismos de aprendizaje que desencadenan determinados procesos de diseño. Es un estudio inacabado que trata de encontrar nichos de interés dentro del “Aula”, capaces de establecer unas bases metodológicas para el estudio de prácticas pedagógicas y redacción de fichas docentes. El término “Aula” se utilizará de forma genérica para referirse a todos los acontecimientos que tienen lugar en un espacio físico destinado a la enseñanza.
El Aula PFC es una propuesta “espacial-docente” concebida para la redacción del Proyecto Fin de Carrera en la modalidad presencial que ofrece a los alumnos la posibilidad de permanecer a tiempo completo en la misma. Para ello se dispone de un espacio en la tercera planta del Pabellón Antiguo con 50 puestos de trabajo individual y equipamiento necesario para desarrollar el proyecto. La Unidad docente de Nivel 8-9 comparte este espacio y programa con los alumnos de PFC.
El espacio tiene dos zonas de uso. En la primera zona, que ocupa la mayor parte de la sala, los participantes cuentan con un espacio de trabajo individual, agrupados en un gran mesa central. En la segunda zona se producen apropiaciones de un carácter más colectivo, es donde tienen lugar las correcciones en grupo, aportaciones teóricas, seminarios… El aula funciona como un posibilitador, como un receptor de apropiaciones a través de las cuales se produce un discurso pedagógico.
A continuación se tratará de analizar algunas reflexiones en torno a los procesos de aprendizaje observados durante el curso en el Aula. Una observación realizada desde la perspectiva del aprendizaje y no tanto de la enseñanza, es decir desde los mecanismos de asimilación de conceptos y realidades y el desarrollo de un proceso práctico que han tenido lugar entre los alumnos. En ese sentido no es un análisis explícito de una práctica docente concreta, sino la reconstrucción de acontecimientos que han tenido lugar en el aula a partir de anotaciones descriptivas realizadas durante el curso, “observación participante” y que han tenido una trascendencia específica para los participantes. No es un estudio estricto del modelo docente del Aula PFC_Unidad Herreros, pero parte de esa realidad para extraer algunas ideas sobre el proceso pedagógico en un marco académico reglado.
DESENCADENANTES
Las partes que conforman el proceso de diseño determinan el proceso de aprendizaje. El curso de proyectos se articula en lo general sobre un ejercicio práctico vinculado a una metodología que produce un simulacro arquitectónico. Esa serie de prácticas y representaciones se convierten en desencadenantes de aprendizajes diversos. Cada una de estas prácticas y fases del desarrollo de un proyecto producirán en los participantes determinadas respuestas y procesos de comprensión con orientaciones distintas, produciendo un panorama heterogéneo dentro del aula.
Es posible estructurar este proceso en tres fases: reconocimiento/exploración, práctica/desarrollo y representación. Estas 3 fases pueden producirse de forma desordenada y reiterativa. El hecho pedagógico se traduce a partir de ellas de forma muy diversa dentro del aula, y con intensidades muy diferentes entre los participantes. Mientras que para algunos será determinante la fase de exploración y las dinámicas grupales en el aula para la elaboración de un discurso, otros encontrarán ese desencadenante pedagógico en el desarrollo de ideas muy primarias a través del dibujo.
El Aula se desarrolla a partir de distintos modelos de apropiación, en general los modelos individuales, aquellos que permitirán a los participantes hacerse visibles, y los modelos de apropiación colectivos que permitirán desarrollar un discurso compartido y la construcción del aula como una representación concreta de la realidad. Esta representación tiene como resultado la definición de un escenario e imaginarios comunes sobre el cual desarrollar una práctica individual.
Este conjunto de apropiaciones estarán formadas tanto por acontecimientos evidentes, como correcciones públicas e individuales, desarrollo de seminarios, presencia de actores externos al Aula, clases teóricas, sesiones de trabajo, producción de maquetas, impresión de documentos, exposición de trabajos… como también por otros sucesos más sutiles, como los cambios de clima o la incidencia del sol en el aula, la incorporación de objetos personales, la intrusión de procesos cotidianos (como beber un té o comer un bocadillo), comentarios informales… Finalmente todos ellos formarán parte de una gestión ambiental del Aula que provocará situaciones espaciales concretas que pueden ser representadas para su estudio. ***
El estudio de todos estos estímulos y su réplica en el proceso de diseño muestra patrones de aprendizaje desiguales que probablemente estén relacionados con el carácter individual de los participantes, pero que tienen puntos de confluencia y definen la labor docente como un discurso híbrido que calará de forma heterogénea en el aula y que provocará diferentes líneas de intensidad en el proceso de aprendizaje. El aula es para el proceso pedagógico un acompañante con un aprovechamiento variable a lo largo del curso, que provocará dinámicas de grupo y permitirá mantener la intensidad del discurso docente a través de la participación heterogénea de los actores del aula.
Es un proceso multidireccional en el que todos los estímulos y procesos interaccionan y producen experiencias pedagógicas a distintos niveles. Esa diversidad responde a la realidad del aula y ofrece la posibilidad de inducción a las diferentes sensibilidades y estructuras del pensamiento de los participantes del aula. La gestión ambiental del aula puede resultar menos excluyente que algunos discursos pedagógicos directos con un carácter mucho más específico y en ocasiones una perspectiva homogeneizadora del Aula.
El Aula se transforma en el almacén del “bricoleur” que pone a disposición herramientas y permite procesos inesperados. El éxito del aula como desencadenante dependerá de su disponibilidad y de la capacidad de apropiación de los actores de sus facilidades. Es un espacio de posibilidades que han sido delimitadas de forma precisa para generar una representación concreta de la realidad, sin condicionar el descubrimiento a una metodología excluyente.
En el caso específico del taller de proyectos, la cuestión “práctica” es el desencadenante principal y está presente en todas las fases como una construcción acumulativa que permitirá una comprensión más profunda. En este proceso práctico de plasmación y perfeccionamiento a través del redibujo y la representación repetitiva, los actores se implican profundamente en el ejercicio y maduran el pensamiento acerca del mismo. El aprendizaje se dará en muchos casos en un territorio en tensión entre teoría y práctica. La utilización del aula como taller y como lugar de trabajo individual es fundamental como un proceso material que induce el aprendizaje y la formulación de un discurso propio.
*** Esta parte del trabajo no está desarrollada todavía.
EL AULA
El “Aula” es un espacio pedagógico que forma parte de un discurso y que engloba tanto acontecimientos físicos o espaciales, planteamientos docentes, procesos de trabajo o cualquier otro suceso que pueda tener relevancia sobre el proceso de diseño objeto del curso. Es por lo tanto un objeto acotado espacial y temporalmente dentro de una institución educativa pero que puede tener prolongaciones ocasionales. Se trata de un espacio-mensaje desencadenante de un simulacro controlado de la práctica de la arquitectura.
El Aula es por lo tanto el medio y el motivo por el cual se produce el aprendizaje y funciona como una herramienta de representación, con una perspectiva concreta sobre la realidad que desencadena un discurso. Este discurso se construye a partir de referencias explícitas a partir de las aportaciones compartidas por todos los participantes, pero también por otras referencias indirectas que construyen aprendizajes implícitos. Estas aportaciones se incorporan al aula en forma de rutinas o elementos simbólicos, como la disposición del mobiliario, las rutinas de trabajo individual, las diferentes apropiaciones del espacio…
Se hace imposible determinar la incidencia concreta de todos estos sucesos sobre el aprendizaje, dada la heterogeneidad de los participantes y la diversidad de procesos que se dan en el aula. Sin embargo estos “discursos implícitos” son determinantes en la construcción del aula como espacio pedagógico y en algunos casos resultan imprescindibles. Su convivencia con el discurso docente directo es inevitable y de su capacidad de ajuste dependerá en muchos casos el aprendizaje.
La gestión ambiental resulta determinante para la construcción de discursos implícitos que impulsan el aprendizaje de forma indirecta. Se trata de un acercamiento a una metodología incluyente en la que el docente es un gestor espacial más que provoca un cierto discurso docente a través de la interacción con el resto de actores y en especial con el espacio, transformando el hecho pedagógico en un proceso que desdibuja los roles tradicionales de la educación. En este contexto el papel del docente se diluye junto con los acontecimientos del Aula mencionados anteriormente, generando el ambiente propicio para el desarrollo de un aprendizaje inclusivo, que contempla la heterogeneidad de los participantes del Aula, dentro de un marco de referencia concreto y unos escenarios surgidos de un planteamiento docente concreto.
Esta propuesta de una pedagogía basada en la gestión ambiental del Aula no es una renuncia al discurso docente, sino un marco de referencia para la incorporación de otros discursos implícitos. Un marco mucho más abierto y comprometido capaz de impulsar un espacio de aprendizaje donde haya lugar para posibles y necesarias figuras para la renovación de la disciplina arquitectónica. Un Aula capaz de lidiar con los límites difusos de nuestra disciplina y dar cabida a situaciones e inquietudes inesperadas a través de una apuesta docente comprometida.
Xavier Robledo Gutiérrez
Referencias: “Posiciones en la enseñanza”, Elizabeth Ellsworth
“El Artesano”, Richard Senett
“La ciencia de lo Concreto”, Leví-Strauss
“Education of An Architect”, John Hejduk
“La vida en las Aulas”, Philip Jackson
“El currículum oculto”, Jurjo Torres
“Deutscher Werkbund”
“Posiciones en la Enseñanza” se centra en la política de la representación y la construcción social del conocimiento, teorías y prácticas de la pedagogía. Elisabeth Ellsworth es la “desarrolladora” del concepto de direccionalidad pedagogica. El concepto direccionalidad tiene que ver con como los emisores crean sus mensajes sobre ideas preconcebidas acerca de quien es su receptor.
Richard Senett es un referente en su forma de incorporar la “experiencia concreta” al análisis de una realidad, en concreto en lo que se refiere a los procesos materiales y su relevancia en la formación de nuestro carácter y nuestra representación del mundo. En “El Artesano” Senett comprende “la «cultura material» y el «conocimiento tácito» como bienes de «capital social»: conocimiento y habilidades que se acumulan y se transmiten a través de la interacción social, auténtico saber corporal del que no se tiene realmente conciencia.”
Philip Jackson es el “desarrollador” del concepto de currículum oculto, término que hace referencia al significado latente de los contenidos, tareas e interacciones en el contexto educativo. “La vida en las aulas” propone un modo de ver y considerar los sucesos del aula que posibilite poner de relieve su significación moral y expresiva.
En “Education of An Architect” se pone de manifiesto como la práctica arquitectónica es capaz de conducir a la teoría y como los procesos académicos pueden encontrar conexiones con prácticas artísticas o de otra índole para generar nuevas vías de exploración docente.
En “La ciencia de lo concreto”, Lévi-Strauss recurre a la figura del bricoleur o a La ciencia del bricolaje como aquella que nos remite a acciones orgánicas para dar respuesta a situaciones concretas. La ciencia no tiene que ver con la búsqueda de la verdad, con la independencia del pensamiento humano o con la especialización profesional, sino que hace referencia a operaciones estructurales (mentales e inconscientes), con las cuales el hombre se aproxima y recibe a la naturaleza. El bricoleur usa materiales o ideas heterogéneas. Son materiales que han sido utilizados antes por otros y que el bricoleur adapta a sus necesidades. Construye con operaciones heredadas algo nuevo a lo que añade su propia impronta y les da un uso diferente del que antes tuvieron sus partes componentes.
En las etapas del conocimiento de Kant se enuncian algunas cuestiones acerca de los desencadenantes del proceso intelectual que conducen a la comprensión a partir de 3 escenarios: razón, entendimiento y sensibilidad, que son esenciales en los procesos de diseño y que están presentes en el aula. Se utilizarán estas categorías (aunque se intentarán encontrar otras referencias) como puntos de partida para analizar los desencadenantes y su respuesta pedagógica en el aula.
El modelo pedagógico basado en el taller artesanal fue el elemento central de Deutscher Werkbund fundada en 1907 por Tessenow, que evolucionará más tarde en la Bauhaus. El taller se sitúa en el centro del aprendizaje a través del acercamiento y alejamiento progresivos de la teoría y la práctica. Es un modelo pedagógico que trata de aproximarse al taller del artesano, a las condiciones y procesos del trabajo artesanal.
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